Hoy en día sigue existiendo el prejuicio respecto a visitar al psicólogo/a. Muchos habrán visto la reacción de algún conocido cuando le aconsejan pedir ayuda psicológica y responde: "¿A un psicólogo/a? ¿Yo? ¡Si yo no estoy loco!" Lo cierto es que sigue dando reparo el contar que acudimos a terapia.
No hay que tener un cáncer de útero para ir al ginecólogo, ni problemas de próstata para ir al urólogo, ni un dolor de muelas para ir al dentista, ¿verdad? Nadie saca la conclusión de que estás gravemente enfermo cuando acudes a este tipo de consultas, al contrario, todos entendemos que es necesaria una revisión y que nos ayuden a prevenir posibles enfermedades. ¿Porque con el psicólogo es diferente si es igual de necesario?
Tienes contracturas musculares y acudes al fisioterapeuta. Tienes problemas legales y visitas a un abogado...¿Porque no acudir a un psicólogo si te encuentras ansioso/a, intranquilo/a, angustiado/a, desesperanzado/a, con dificultad a la hora de comunicar tus ideas o tu comportamiento te causa problemas...?
Y es que nos mostramos precavidos con la salud física mientras que los problemas que podemos tener sobre nuestro estado de ánimo, pensamientos y actitudes los dejamos en un segundo plano, esperando y creyendo que el tiempo lo cura todo. Y no siempre funciona así.
Tamara de la Rosa
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